sábado, 27 de octubre de 2007

Sitges 2007




Los días en Sitges han pasado. Sitges y su festival, en su cuadragésima edición. Días de cine y más cine. Ahora me sobreviene el típico síndrome post vacacional. La vuelta a la realidad después de una semana de pura ficción, es algo difícil de llevar. Algo así rezaba el spot oficial del festival:“40 años haciendo menos dura la realidad”.Pequeña pieza que se proyecta, para calentar motores, al comienzo de cada película, y que suele recordar a aquellos forasteros del lugar que, como yo, nos encontramos frente a un festival catalán donde gusta mucho decir esa coletilla de “festival internacional”, pero donde llevarlo a la práctica parece no agradar tanto. Después de asistir a cuatro ediciones consecutivas hay cosas que me siguen sorprendiendo muy a mi pesar. Que la programación de mano solo y exclusivamente esté disponible en catalán, o que se traduzca a algún invitado extranjero al catalán, son los típicos detalles por parte de la organización, que hacen mella en aquellos que ilusionados nos trasladamos a Sitges para saborear la magia que exhalan los kilómetros de película que esperan ser proyectados en esos días, para dar forma a ese espectáculo llamado cine, que debería unirnos a todos, en vez de distanciarnos.
Con el eje central dedicado a recordar una película como Blade Runner, esta edición prometía ser inolvidable. Después de 25 años, la película ha completado aforos en los diversos pases que han tenido lugar, lo que evidencia dos cosas fundamentales: que a pesar de los años transcurridos, la película sigue viva y que el número de cinéfilos por metro cuadrado congregados durante los primeros días de Octubre en Sitges, sobepasa cotas inimaginables. Y es que ver en la gran pantalla el último montaje de este film, en un formato totalmente digital, no es cosa para perderse. Las nuevas tecnologías han permitido revisar la cinta, mediante el aporte y la eliminación de pequeños detalles, orientados a pulir la imagen, que son casi inapreciables, hasta para el más denodado de los espectadores. Estas modificaciones fueron explicadas en un largo
post screening por el productor de esta nueva versión Charles de Lauzirika, el encargado de los efectos especiales Douglas Trumbull y el director artístico Syd Mead. Pronto tendremos en nuestras manos los numerosos dvds que formarán parte de la edición especial 25 aniversario, de donde podremos rescatar las cinco versiones que existen del film y todo lo que uno siempre quiso saber sobre Blade Runner pero nunca se atrevió a preguntar. Se echó de menos la presencia de Rydley Scott, como en la edición pasada la de David Lynch, en un homenaje a su filmografía y a Blue Velvet en especial, que resultó insulso e insuficiente. Por otra parte, el contar con la presencia de George A Romero, que recogió el gran premio del festival, amortiguó en gran medida la decepción por la ausencia de Rydley Scott.
Algo destacado este año es la abundancia de títulos españoles, lo que invita de nuevo a remover planteamientos y cuestionar por enésima vez el estado de crisis permanente del cine español, proporcionando un halo de esperanza al panorama, tras las estadísticas y encuestas varias que hace poco dejaban a la luz la pésima opinión del espectador medio sobre el cine made in Spain. Más en concreto, se ha dado una firme apuesta del festival por la cantera de nuevos realizadores nacionales, casi todos ellos provenientes del mundo ( ¿o debería decir submundo?) del cortometraje, con títulos como El orfanato de J.A.Bayona, que fue la protagonista en la inauguración, Los Justos de Manu Carballo, el film de animación Nocturna, de Víctor Maldonado y Adrià García, La habitación de Fermat, de Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña o Los Cronocrímenes de Nacho Vigalondo, entre otros. Pero la presencia de operas primas en el festival ha traspasado fronteras y se han podido ver trabajos como À l'intèrieur, de Julien Maury y Alexandre Bustillo; Danniponjin, de Hitoshi Matsumoto; First Snow, de Mark Fergus; Frontière(s), de Xavier Gens;; Joshua (El hijo del mal), de George Ratliff; The Nines, de John August; The Signal, de David Bruckner, Dan Bush, Jacob Gentry; Teeth, de Mitchell Lichtenstein y Tres Minutos, de Diego Lublinski.
Tras el abierto apoyo al cine español desde Sitges, todos parecíamos algo más optimistas y se comenzaba a hablar de una“nueva ola”. Sin embargo, todo esto vuelve a quedar en la sombra, tras conocerse el último despropósito por parte de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Su pretensión es la de suprimir la entrega de premios a los cortometrajes ganadores en la Gala de los Goya, en un intento por aligerar una ceremonia que siempre resulta plomiza, por más que se esfuercen. Yo, desde aquí, les sugiero que comiencen por deshacerse de los guionistas con los que cuentan, que destrozan el certamen año tras año, antes de dar el paso de retirar uno de los pocos apoyos que existen por parte de las instituciones competentes, a una plataforma como es el cortometraje, por la que han pasado en sus inicios todos los que ahora son aplaudidos en las alturas. La Academia ningunea a un sector, ya de por sí desprotegido, que son autores de auténticas obras de arte aunque su metraje sea menor. Todo esto es chocante y va a contracorriente. Hoy en día la única forma para poder ver cortometrajes es a través de internet o de los numerosas muestras que cuentan con un público interesado en este formato, que sin duda es cada vez más amplio. Por todo esto y algunas lindezas más, se ha abierto una web para formalizar esta queja que se hará llegar a la Academia, para que los señores académicos, que son muy dados a la reflexión, paren esta insultante iniciativa. Para los más despistados, aquí podréis encontrar más información y colaborar en la recogida de firmas: www. indignados.org .
En los próximos días haré un repaso de las películas más destacadas de Sitges 2007. ¡¡¡¡Permaneced atentos!!!!

4 comentarios:

tacáliz dijo...

Desde luego... ¿no entiendes catalán? si es como el castellano pero con una... en la boca... jijiji.
Bueno, aquí estoy esperando el repasito a las pelis...
Fdo.: Dominadora de lenguas.

Anónimo dijo...

Es una falta de respeto que un festival Internacional presente las galas e informe en prensa en Catalá pero...es el precio que tenemos que pagar por ver buen cine. Deseando leer esas críticas de Sitges señorita Sandonís.

Jorge López Fernández dijo...

No ataquéis tanto a los catalanes, que va a venir el pesado de Carod-Rovira y nos va a poner en nuestro sitio :P.
Yo también me apunto a la lista de espera para leer tus apuntes sobre las pelis, nuestra pelirroja favorita ;)

Unknown dijo...

El festival de este año (ya pasado) 2007 me pareció bastante flojo. Yo tengo la ventaja de entender el catalán (lo soy, catalán digo), aunque no me he fijado en ese detalle del texto "sólo" en este idioma. Lo importante, después de todo, es el cine y en la última edición falló. Para ser un festival de talante internacional le falta todavía un hervor; seamos pacientes. Un saludo África desde Barcelona de un compañero de Aula Crítica. He leido también tu estudio en Kinephilos y te felicito. Hasta pronto. Mis blogs:

www.espacioblog.com/badcine www.espacioblog.com/metalmania

José Luis Dana