domingo, 4 de noviembre de 2007

Zoo + Trigger Man

Amenazaba tormenta en Sitges, y como todos lo años, no se hizo esperar. Con un día tan gris, parecía normal que las dos primeras películas que había elegido para estrenar mi planning personal de esta edición, no aportaran ni tan siquiera un rayito de sol que alegrara el panorama. Más bien al contrario, a la salida de la proyección caían cubos de agua…y yo sin paraguas.
Una sesión doble donde se proyectaron Zoo y Trigger Man.
Zoo (Robinson Devor, EEUU, 2007) es un documental donde se exponen de manera soterrada los sentimientos y sensaciones de personas que practican el bestialismo, en un intento por comprender qué motivaciones se esconden tras esta parafilia. Se centra básicamente en el caso de un hombre que perdió la vida tras consumar relaciones sexuales con un equino, hecho clave que llevó a que se prohibiese tal práctica en Washington, donde hasta entonces no había ley alguna que contemplase tal hecho. Entre tanto, aquellos que investigan estos casos y hacen lo posible por salvaguardar a los animales.

Enseguida me vino a la cabeza el film Rohtenburg(Grimm Love Story)(Martin Weisz, 2006) que se presentó en la edición pasada del festival, en la que a través de internet dos personas con deseos antropofágicos, quedan para llevar a cabo aquello que anhelaban: uno de ellos ser comido y el otro comer a otro ser humano. En Zoo, al igual que en Rohtenburg, internet es el medio por el que estas personas se conocen y se reúnen para compartir sus más íntimos deseos. A pesar de una fotografía cuidada, y el tono intimista y discreto por el que Devor opta, los testimonios de aquellos que aportan sus voces pero no su imagen(por temor a posibles represalias), parecen no ser suficientes para mantener el interés durante todo el metraje.


Ti West vuelve a Sitges con Trigger Man, después de presentar en 2005 su ópera prima The Roost. En esta ocasión deja los murciélagos a un lado para contarnos la peripecia de un grupo de amigos que se adentran en un bosque ilusionados con la idea de pasar un día de caza. Pero como es de esperar, las tornas se vuelven y pasan a ser ellos la presa incauta de algún francotirador que parece divertirse mucho jugando al “corre, corre, que te pillo”. La idea es prácticamente idéntica a la que nos plantea El rey de la montaña (Gonzalo López Gallego,2007) que mantiene un pulso mucho más interesante y vertiginoso que esta. Ti West juega la baza de transmitir la sensación de normalidad y cotidianidad en una primera parte demasiado dilatada, para luego impactarnos cuando algo inesperado entra en escena. Rodada con cámara digital al hombro y bruscos movimientos, con la clara intención de dar percepción de cercanía, se trata de un engaño burdo, pues de esta manera pretende dar perspectiva subjetiva, cuando en realidad el cámara no está dentro de la historia, como ocurre en El proyecto de la bruja de Blair(Dan Myrick, Eduardo Sánchez, 1999) o en otras que se han podido ver este año en el festival, como Rec( Paco Plaza, Jaume Balagueró,2007) o Diary of the Dead(George Romero,2007). El acabado deja la falsa apariencia de film amateur sin que esté justificado en ningún sentido. Film de bajo presupuesto, que parece esforzado en esta seña de identidad.



1 comentario:

tacáliz dijo...

Entonces... no me ha quedado claro de que va la peli... o sea que va de un tio que se dedica a cazar a un grupo de zoofilos que estaban de quedada-friki en el bosque ¿?... jijiji
Fdo.: Homer Simpson ó los de asuntos internos lo sabían todo.